EL BIEN y el MAL no existen. Una cosa es buena cuando nos conviene, y mala cuando no nos conviene. EL BIEN y el MAL es cuestión de conveniencia egoísta y caprichos de la mente.
A las fuerzas de tipo EVOLUTIVO se les llamó buenas y a las fuerzas de tipo INVOLUTIVO se les bautizó con el término de malas. A las fuerzas neutras no les dio nombre alguno.
Dichas fuerzas se procesan dentro del hombre y dentro de la naturaleza siendo la fuerza neutra el punto de apoyo y equilibrio.
Actualmente hay muchos REFORMADORES que quieren la RESTAURACIÓN MORAL pero que para desgracia de ellos y de éste afligido mundo tienen la mente embotellada entre el BIEN y el MAL.
Toda moral se fundamenta en las palabritas BIEN y MAL por eso todo REFORMADOR MORAL es de hecho un REACCIONARIO.
Los términos BIEN y MAL sirven siempre para JUSTIFICAR o CONDENAR nuestros propios errores.
Quien justifica o condena no comprende. Es inteligente comprender el desarrollo de las fuerzas EVOLUTIVAS pero no es inteligente justificarlas con el término BUENAS. Es inteligente comprender los procesos de las fuerzas involutivas pero resulta estúpido condenarlas con el término de MALAS.
Toda fuerza centrífuga puede convertirse en fuerza centrípeta. Toda fuerza involutiva puede transformarse en EVOLUTIVA.
Dentro de los infinitos procesos de la energía en estado EVOLUTIVO existen infinitos procesos de energía en estado INVOLUTIVO.
Dentro de cada ser humano existen distintos tipos de energía que EVOLUCIONAN, INVOLUCIONAN y se transforman incesantemente.
Justificar determinado tipo de energía y condenar otro, no es comprender. Lo vital es comprender.
La experiencia de LA VERDAD ha sido muy rara entre la humanidad debido al hecho concreto del embotellamiento mental. Las gentes están embotelladas entre los opuestos BIEN y MAL
Dentro del laboratorio Psico-Fisiológico del organismo humano existen fuerzas evolutivas, involutivas y neutras que deben ser estudiadas y comprendidas profundamente.
El término BIEN impide la COMPRENSIÓN de las energías EVOLUTIVAS debido a la justificación.
El término MAL impide la comprensión de las fuerzas INVOLUTIVAS debido a la condenación.
Justificar o condenar no significa comprender. Quien quiera acabar con sus defectos no debe justificarlos ni condenarlos. Es urgente COMPRENDER nuestros errores.
Comprender la IRA en todos los niveles de la mente es fundamental para que en nosotros nazca la serenidad y la dulzura.
Comprender los infinitos matices de la codicia es indispensable para que en nosotros nazca la filantropía y el altruismo.
Comprender la lujuria en todos los niveles de la mente es condición indispensable para que en nosotros nazca la castidad verdadera.
Comprender la envidia en todos los terrenos de la mente es suficiente para que nazca en nosotros el sentido de cooperación y la dicha por el bienestar y el progreso ajeno.
Los maestros de escuelas, aconsejan a sus discípulos y discípulas que mejoren como si el YO pudiera mejorar, que adquieran determinadas virtudes como si el YO pudiera conseguir virtudes, etc.
Es urgente comprender que el YO no mejora jamás, que nunca es más perfecto y que quien codicia virtudes robustece el YO.
La PERFECCIÓN TOTAL sólo nace en nosotros con la disolución del YO. Las virtudes nacen en nosotros en forma natural y sencilla cuando comprendemos nuestros defectos psicológicos no solamente en el nivel intelectual sino también en todos los terrenos subconscientes e inconscientes de la mente.
Querer mejorar es absurdo desear la santidad es envidia, codiciar virtudes significa robustecer el YO con el veneno de la codicia.
Necesitamos la muerte total del YO no sólo en el nivel intelectual sino también en todos los recovecos, regiones, terrenos y pasillos de la mente. Cuando hemos muerto absolutamente, sólo queda en nosotros ESO que es PERFECTO. ESO que está saturado de virtudes, ESO que es la ESENCIA de nuestro SER INTIMO, ESO que no es del tiempo.
Cada defecto tiene muchos matices, fondos, trasfondos y profundidades. Comprender un defecto en el nivel intelectual no significa haberlo comprendido en los distintos terrenos subconscientes, inconscientes e infra conscientes de la mente.
Cualquier defecto puede desaparecer del nivel intelectual y continuar en los otros terrenos de la mente.
La IRA se disfraza con la toga del Juez. Muchos codician no ser codiciosos, hay quienes no codician dinero pero codician poderes Psíquicos, virtudes, amores, felicidad aquí o después de la muerte, etc., etc., etc.
Cuenta la tradición que Aristipo el filósofo griego queriendo demostrar a todo el mundo su sabiduría y su humildad se vistió con una túnica viejísima y llena de agujeros, empuñó en su mano derecha el palo de la Filosofía y se fue por las calles de Atenas. Cuando Sócrates le vio venir, exclamó: “Se ve tu vanidad a través de los agujeros de tu vestidura, oh Aristipo”.
Cada defecto es multifacético y se desarrolla y procesa en forma graduativa desde el peldaño más bajo de la escala Psicológica hasta el peldaño más elevado.
El delito también se viste de Santo, de Mártir, de casto, de Apóstol, etc. El BIEN y el MAL no existen, dichos términos sólo sirven para buscar evasivas y eludir el estudio profundo y detallado de nuestros propios defectos.